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FÚTBOL: Amadeo Carrizo, el mejor arquero de Sudamérica del siglo XX, hizo su última atajada a los 93 años
Por Fabián Sacarelli. Recuerdo que cuando era adolescente, por los años '80, la popular revista El Gráfico encuestaba sobre los mejores equipos de la historia del fútbol. Y en el arco de los fanáticos se repetían algunos nombres: el ruso Lev Yashin, la "Araña Negra"; el alemán Sepp Maier, campeón del '74; y el gran Amadeo Carrizo.
Lo que hizo grande a Amadeo no fueron sólo sus atajadas. Fue uno de los pioneros en la innovación de técnicas y estrategias en su puesto desde la década del '40. Mientras el resto de sus colegas eran "atajadores" y no salían de su lugar debajo del arco; el arquero de River salía de su área para participar en la defensa o salir jugando; se lanzaba sin temor a los pies del contrario para arrebatarle el balón en un ataque; y utilizaba el saque de portería para iniciar un contraataque.
Además, solía detener algunos remates con el pecho, descolgaba los centros con una sola mano y también fue el primero en pararse delante de su barrera antes de un tiro libre.
“Mi estilo no fue un capricho, sino que había razones para tenerla. River siempre iba al ataque y obligaba a que el arquero también jugara adelantado”, supo decir, quien introdujo en el país el uso de guantes para los porteros, tras ver al arquero italiano Giovanni Viola, en un duelo de selecciones en 1957.
Claro que su presencia en los Clásicos frente a Boca, sus atajadas inolvidables, acrecentaron su prestigio; a la vez que su humildad y sencillez lo convirtieron en una persona querible, más allá de los colores de su club.
Amadeo nació en Rufino (Provincia de Santa Fe), el 12 de junio de 1926, y fue jugador en las décadas de 1940, 1950 y 1960, incluyendo dos como arquero del Millonario. También tuvo el récord de la valla invicta por 769 minutos en 1968. Fue en un partido contra Vélez, y el estadio empezó a corear "Amadeo, Amadeo!". Carlos Bianchi rompió esa racha minutos después.
En el exterior, jugó para el Millonarios de Bogotá y el Seleccionado argentino, y reforzó en dos partidos únicos a dos clubes peruanos en el año 1969, al Alianza Lima (ante el Dinamo de Moscú de Lev Yashin) y al Universitario de Deportes (ante el Corinthians del Brasil). Y fue elegido por la IFFHS como el mejor arquero sudamericano del Siglo XX.
En 1961 River venció por 3-2 al Real Madrid, campeón de Europa con figuras como Di Stéfano, Gento y Puskas. Entonces el presidente del Real Madrid, Santiago Bernabeu, le comunicó al presidente de River, Antonio Vespucio Liberti, su interés por contratarlo. La respuesta fue tajante: “Amadeo es un hijo de River y no está a la venta”.
Si en Argentina la expresión "el Día del Arquero" era lo mismo que decir "nunca", un proyecto presentado en el Senado de la Nación instituía al 12 de junio, fecha del natalicio de Amadeo Carrizo, como el "Día del Arquero". No es oficial, pero está instalado en el sentimiento futbolero de reconocer al Gran arquero de Rufino.
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