La expresión es de Vanesa Bizzutti, la directora del Colegio Rural Juan Bautista Alberdi, en Cabana (Unquillo), que será destinatario de las donaciones que se recibirán de cada participante de la II edición de la Unquillo Corre y Camina 2025, una carrera de calle saludable, solidaria e inclusiva que se hará el próximo 29 de junio en Unquillo. Las donaciones de útiles escolares y libros de cuentos, que son parte de la inscripción, apoyarán el aprendizaje de los 75 estudiantes de la institución.

“Antes que nada quiero agradecer a todo el equipo de la Municipalidad, a la Fundación Nalbandian, a David, a Talento, Estrategias en Acción, y a todas las personas que están detrás de la organización, que no siempre son las caras visibles pero que hacen un gran trabajo. La Unquillo Corre y Camina es un evento muy importante para nuestra localidad”, destaca la directora.

“Cuando me notificaron que habíamos quedado seleccionados para recibir la donación fue una alegría inmensa para toda la comunidad escolar. Siempre que llega alguna donación o alguna organización que se interesa en acercarse es un mimo al alma. Pensar en la infancia no sólo de la escuela sino de todo el barrio Cabana, y otros barrios que mandan sus chicos al cole, te llena el corazón. Estamos superagradecidos”, amplió.

Vanesa está al frente del colegio desde el 2018. “Eramos una comunidad muy pequeña y a julio de este año estamos con una matrícula de 75 estudiantes. Tenemos tres multigrados, continuamos con la modalidad rural, y contamos con un equipo de docentes que tienen muchas ganas de trabajar para el crecimiento del colegio. Eso nos da una identidad que construimos todos estos años. Nos consideramos los ‘guardianes de la reserva’ porque la escuela tiene un enfoque ambientalista bien marcado. Hacemos un trabajo hermoso con el compromiso ambiental y con la reserva, que es donde está el colegio”, señala.

El colegio está dentro de la reserva hídrica “Los Quebrachitos”, y hace varios años que trabajan como guardianes de la reserva que tiene que ver con el cuidado del medio ambiente. “Este es el segundo año que participamos en un proyecto que se llama Aula Forestal, donde nos encargamos de germinar árboles autóctonos, de cuidarlos, y que tengan un ciclo de vida muy bueno. Tenemos seis arbolitos bebés que son producción nuestra, y trabajamos con los guardaparques de la reserva”, dice orgullosa. Y agrega: “ahora tenemos un proyecto que es la elaboración de repelentes naturales”.

Sobre la donación de la Fundación Nalbandian y la Municipalidad, la directora comentó sobre la utilidad de los libros: “En el cole tenemos un proyecto intrainstitucional, que es un proyecto de alfabetización inicial y avanzada, en donde utilizamos los materiales de la biblioteca escolar, materiales de lectura que trabajamos en los distintos talleres. Los utilizamos para la alfabetización de la infancia en la escuela”. 

Al respecto, dijo que “nos viene superbién para continuar potenciando aprendizajes valiosos y que los chicos puedan conocer muchos autores. Poder ampliar el horizonte de los chicos es algo maravilloso y eso sucede en las escuelas. Y si las familias se suman es mucho más valioso. No todos los niños tienen material de lectura en sus casas, y que la escuela pueda proveerles de ese material es muy bueno”.

Sobre la situación de los chicos, Vanesa cuenta que “tengo niños que viven en situaciones difíciles y son estudiantes excelentes. Tener una vivienda precaria no significa que sea una limitación para salir adelante. Aquellos estudiantes que están en proceso de inclusión se los acompaña para que puedan aprender, llevar una vida social, conocer el mundo, desempeñarse en la vida diaria y tener las herramientas para el día de mañana poder resolver las situaciones que se les presenten”.

Así, en los casi 80 años de la escuela rural, sus alumnos han logrado trascender sus orígenes, llegando a estudios universitarios, integrándose con la comunidad a través del deporte, o en los proyectos ambientalistas.

“Los egresados mantienen el vínculo con la institución. Se acercan a los actos de la primaria, que no estén en primaria no significa que su paso se haya olvidado. Eso tiene un valor sumamente importante, tienen un lugar seguro en el colegio que fue de ellos. Eso habla bien de la comunidad”, recalca.

Sobre la Fundación Nalbandian, Vanesa dijo que “estoy al tanto de lo que se hizo el año pasado con los merenderos (la primera edición de la Unquillo Corre y Camina). Fue una propuesta muy positiva para todos los merenderos de la localidad. Creí que estaba entrelazado con el Centro de Rehabilitación de Sierras Chicas (el centro médico donado por la FN en 2011)”.

“Deseo que nuestro mundo este lleno de Fundaciones David Nalbandian, que haya muchos merenderos, para que muchas infancias puedan tomar la leche y llenar su estómago con algo bien calentito. Y aunque el Centro de Rehabilitación no reciba el nombre de David Nalbandian, ha permitido el acceso de los estudiantes a una mejor calidad de salud y al certificado de discapacidad, y eso soluciona la vida de las familias. Hicieron esa obra y la donaron, pero para la comunidad sigue siendo la Fundación Nalbandian, porque está en el corazón”, concluyó emocionada.