ISQUITIPE XTREME 2025: La Backyard Ultra en Río Ceballos, una prueba mezcla de mística y misión imposible

Cuando el 12 de abril den la señal de largada de la Isquitipe Xtreme, la versión cordobesa de la Backyard Ultra en Río Ceballos (Córdoba), los 35 corredores inscriptos se lanzarán a la búsqueda de un desafío extremo que puede tener una mezcla de prueba mística y de Misión Imposible pero sin Tom Cruise.
De por sí, el mundo del trail running es sinónimo de desafío extremo, físico y mental, pero pocos tienen la exigencia de la mundialmente conocida Backyard Ultra, una carrera de ultrarresistencia que, por su formato, obliga al corredor a superar sus propios límites.
LOS INTERESADOS EN PARTICIPAR PUEDEN COMUNICARSE VÍA INSTAGRAM AL @ISQUITIPE_XTREMO O POR WHATSAPP AL (+54 9 351) 383-1266
Los participantes deben completar una vuelta de 6,7 km (4.16667 millas) cada hora, pero con el correr de las horas las piernas comienzan a pesar y la cabeza a buscar razones para seguir corriendo. No hay cronómetro ni bandera que la concluya, sino la propia resistencia y los corredores rivales que obligan a una vuelta más. Como reza el eslogan, se trata de seguir dando vueltas al circuito hasta que solo quede “un corredor en pie”.
PEQUEÑOS RESPIROS
Este año, en la Isquitipe Xtreme, las pretensiones son de que los corredores alcancen las 30 horas. Si cada vuelta mide 6,7 km (4.16667 millas), tras 24 horas, los corredores habrán completado aproximadamente 160 km.
Los corredores tienen exactamente una hora para completar cada vuelta, y si lo hacen en menos tiempo pueden descansar el tiempo restante hasta el comienzo de la siguiente. Eso sí, todos deben estar dentro de un corral para poder largar, no hay largadas a destiempo.
El último corredor que complete la vuelta es el ganador, pero si ningún corredor completa la vuelta final, entonces es declarada desierta. Para muchos, lo más difícil es saber que la carrera podría prolongarse durante 24 horas o incluso pasarse días corriendo.
Quizá lo más difícil de superar es el agotamiento mental. Saber que hay que empezar una nueva vuelta cada hora, sin importar el cansancio, puede ser abrumador. En esto la motivación de seguir es determinante. De ahí que es clave que los corredores no sólo mantengan la hidratación y alimentación, sino que en cada vuelta “imaginen” un nuevo comienzo, aunque las piernas les recuerden que no es así.
RÉCORD MUNDIAL
La primera edición de la Backyard Ultra fue organizada en 2011 por Gary Cantrell. El formato ha ido ganando adeptos en todo el mundo y en 2020 se organizó el primer Campeonato Mundial, donde los mejores corredores de cada país compiten simultáneamente en diferentes lugares del mundo conectados por una plataforma online.
Este récord mundial fue logrado por el equipo belga integrado por Merijn Geerts, Ivo Steyaert y Frank Gielen. Estuvieron 110 horas corriendo sin parar, sumando 737.660 kilómetros en un circuito de 6.7 km y con sólo una hora por vuelta. Este récord se estableció en el Campeonato Mundial de Retie, Bélgica.
La segunda distancia más larga es de 108 vueltas (450 millas (720 km)) lograda por el corredor estadounidense Harvey Lewis, durante el Big's Backyard Ultra 2023 en Bell Buckle, Tennessee. El récord mundial femenino lo tiene Meg Eckert, con 87 vueltas (583 km) en el Backyard Ultra World Team Championship en Tennessee en 2024.
En Argentina, Agustín Casajús fue el primer campeón nacional de Backyard Ultra de Argentina y se clasificó para el Mundial Individual de 2025. Casajús cumplió un tiempo de 214,6 kilómetros y 32 horas corriendo. El Mundial será en octubre, precisamente en Tennessee, Estados Unidos. Allí irá el mejor de cada país, más los 25 atletas del mundo que también hayan superado cierto tiempo en carrera.
Yésica Montoya fue la ganadora entre las damas y sexta en la clasificación general de esta carrera, con 25 vueltas al circuito y un equivalente de 167,7 kilómetros. Con este registro, consiguió el récord nacional de mujeres en esta especialidad.
En definitiva, la invitación a participar de la Isquitipe Xtreme no es otra cosa de encontrar el propio límite, correr sin saber dónde está el final del recorrido, llegar y levantarse una y otra vez hacia lo impensado. Tal vez sí, haya algo de místico y de misión imposible en este desafío. Pero, ¿a quién no le gustaría grabar su nombre en una prueba que muy pocos tienen el coraje de realizar?