EL LLANTO CULÉ Y PARISINO: El efecto Messi en Miami y la lección que el Barcelona y el PSG nunca aprendieron (por Yoni Leppego)
Apenas llegue al aeropuerto Wilcox Field, una enorme pantalla pasaba las imágenes de Jordan, Tiger, Carl Lewis, Micheal Phelps y Messi. Está claro que “la Pulga” ya picó en Miami y que el cimbronazo alcanza a todos los Estados Unidos.
Subí a un Taxi y como no podía ser de otra manera, el chofer, un cubano vestido como en los años 50, me escuchó hablar, sacó un habano y me invitó: “¿argentino? Messi, Messi” dijo exultante.
Sin decirle a donde vamos, me llevó directo a las oficinas en el Lockhart Stadium, un estadio extraordinariamente chico para estar en boca de todo el mundo. Una rubia despampanante, parecida a la gran Marilyn, me recibió.
-Mi nombre es Yoni Leppego, vengo de Argentina a ver a David Beckam.
-Sir Beckam –me corrigió.
La señorita me desorientó, pero tal vez toda esta movida le haya traído el título al bueno de David, o lo inventó en un país que vive del marketing personal.
Cuando me abrió la puerta un grupo de porristas hizo su irrupción en la sala, haciendo una coreografía digna de Brodway y al ritmo de “Hablame de Miami”, de Gente de Zona. Entonces el rubio ex del rubio ex del Manchester United entró bailando y con una galera con los colores americanos.
-¡Yoni! Bienvenido a la nueva revolución del fútbol, me dijo mientras seguía bailando.
Lo miré incrédulo, preguntándome si todo es por Messi.
-David, me dicen que nada está cerrado aún.
-Quedese tranquilo, Yoni, todo marcha sobre rieles. La diferencia son un par de cientos de millones de dólares. Sólo debemos construir un Parque en Disney en su honor, un par de gorros con las orejas de Mickey para su familia (ya tiene las pantuflas) y una réplica de su casa de Rosario, porque no quiere perderse por la noche.
-¿Y cómo piensa rodearlo? Porque marchan últimos en la tabla.
Me miró sorprendido. –Pues, no lo había pensado. Ya sé, traeremos a los jugadores del Barsa multicampeón para que reviva esos tiempos.
-Pero David, Xavi es el técnico blaugrana, Iniesta anda con muletas, Lucho Suárez tiene contrato con el Gremio y Ney quiere mantener sus fiestas en París.
-No sé, ya veremos, lo importante es que tenga un pase libre a los Parques de Orlando, y mucha, mucha playa. Acá será feliz, dijo apoyando su mano sobre un alto de papeles con contratos de TV, inmobiliarios, de marca, de imagen para el Mundial y la Copa América, de esponsores, y de derechos de pase a la playa.
Salí de ahí más preocupado que antes de si realmente Lio se mantendría en un nivel competitivo o empezaría a distraerse con otras cosas.
Miré mi celular y había recibido un llamado de Joan Laporta.
-Venga de inmediato. Hacia allá fui.
EL LLANTO CULÉ
El viaje fue agotador pero no había tiempo que perder. Joan Laporta, un personaje para nada simpático para nosotros, me llamaba de urgencia. Corrí al Camp Nou y busqué sus oficinas. En la puerta custodiaba la Secretaria y un psicólogo. Cuando pasé, el panorama fue desolador.
-¿Qué pasa Joan?
-Los ojos estaban rojos y vidriosos de tanto llorar.
-¡No sé qué hacer, Yoni! Voy a quedar como el gilipollas que eché a Messi, y el gilipollas que no lo pude repatriar. Estoy desolado.
-Merecido lo tenés, ¿a quién se le ocurre dejar ir al mejor de la historia? Además, ¡ni hiciste una oferta!! ¿Querías que él te espere hasta el 2025?
-Me salió mal. Yo en realidad quería que trabajara gratis, pero al final no se pudo por los impuestos –dijo mientras le prendía una vela a un cuadro con un euro enmarcado. ¡Lo que me perdí! ¡Messi es una mina de oro!
-¿Y qué piensan hacer?
-Por lo pronto tenemos un par de refuerzos de Peñarol para el campeonato, y empezaremos a alquilar el Camp Nou para torneos barriales y fiestas de cumpleaños.
-¿Peñarol de Montevideo?
-¡No! el Peñarol cordobés, no nos da para más.
Me fui convencido de que la Pulga le interesaba un comino y que nunca hizo demasiado por devolverle al crack al público culé. Ni una propuesta concreta, como en el 2021, puro bla, bla, bla. Nunca entendió que la rica historia del Barcelona empezó hace mucho, pero el salto a ser un equipo mundial lo dio con una Pulga.
Justo ahí me crucé con Piqué que estaba intercambiando whatsapps con Shakira. Me vio y tras saludarme me dijo: “no podían contratarlo por el fair play financiero, pero nos fuimos todos y siguen sin tener fondos, ¿dónde está el dinero?”.
PARÍS, SIN GLAMOUR FUTBOLERO
Salí del Camp Nou y me fui al aeropuerto de Barajas rumbo al Charles De Gaulle en París. En un lujoso taxi me dirigí al 24 de rue du Commandant Guilbaud, las oficinas del PSG, donde me esperaba Nasser Al-Khelaifi.
Una hermosa morocha qatarí me invitó a pasar. Nasser estaba tirando dardos virtuales a una foto de Killian Mbappé, mientras tenía otras de Lio, Neymar y Sergio Ramos marcados con una cruz roja y llenas de agujeritos; y un libro “Cómo sacarse la Champions de la cabeza”, escrito por “el Gordo” Ronaldo.
-Adelante Yoni, me dijo en qatarí. Siéntese. Estoy buscando reemplazantes para todos estos galácticos desconsiderados y desleales –se quejó-.
-¡Pero Ud. priorizó a Killian, le dio el manejo del equipo a un chico de 23 años! ¿qué esperaba? No se puede poner dos gallos en el mismo gallinero.
-No sé, no sé, lo cierto es que aposté por lo mejor y así me fue. ¿Me explica cómo teniendo al 1 y 2 del mundo no pudimos ganar la Champions?
-Es que juegan 11 –le dije-. ¡Y con técnico!
-Encima Zidane me dice que no, Mourinho me dice que no, nadie quiere agarrar esta brasa caliente; y estos “Ultras”, xenófobos, que no saben nada de fútbol y no paran de insultar. ¡Si no lo suspendía a Lio, me quemaban el Parque de los Príncipes!
Me di cuenta que el problema de los barras no es exclusivo de Argentina, y que el dinero no hace la felicidad ni en París, ni en Qatar.
Le desee buena suerte en el futuro, y que buscara un técnico, porque “sin Messi te va a costar mucho”.
Es que ni Laporta, un tipo que habla más de lo que hace, ni Al-Khelaifi, un tipo que pone más de lo que logra, entendieron una premisa fundamental: a Lío hay que cuidarlo, porque un club de fútbol es él y 10 socios más. La Selección Argentina lo entendió, y es la Campeona del Mundo.