Por Matías Pilo (*). Cuando el 20 de octubre se pongan en marcha los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, todos y cada no de los deportistas de América estarán expectantes de lo que ocurra en Chile.

Dada la actualidad del judo, hay países más fuertes que otros. Si bien en algunas categorías hay más rivalidad que en otras, aún así, en cada categoría van a participar la misma cantidad de competidores.

Estoy seguro que será una buena organización, y no sé si elevará el nivel de judo chileno, pero creo que si va a hacer más visible el judo en su país, y se van a preparar para alcanzar medallas en su casa. En mi categoría (-66kg) siempre está Brasil, pero también está Colombia, Venezuela Cuba, pero en otras divisiones puede haber otros luchadores destacados.

Como todo torneo internacional de este nivel, son torneos fuertes y te enfrentás con los mejores. Claro que hay posibilidad de conseguir medallas, pero no va a ser un trabajo fácil, por eso hay que seguir haciendo un buen trabajo a lo largo del año, para llegar en las mejores condiciones.

Hay que recordar que la última medalla argentina en judo de unos Juegos Panamericanos, fue en Toronto 2015 (plata de Paula Pareto en -48kg y Alejandro Clara en -73kg; y bronces de Fernando González en -66 y Héctor Campos en -100). En Lima 2019 no hubo podios y este año debemos volver a las preseas.

Me gustaría poder ir a los Juegos Panamericanos, sería un gran satisfacción poder clasificar dentro de los mejores del continente y poder representar a Argentina en un torneo de este nivel. Y por qué sueño con tener colgada en mi cuello una medalla de los Juegos Panamericanos.