VIAJES Y PLACERES en Ascochinga: Pueblo Estancia La Paz, entre el magnetismo de la historia y el esplendor de la naturaleza

Un recorrido por el Parque Thays que rodea el casco histórico de esta Estancia cordobesa del siglo XIX, se convierte en un viaje que despierta los sentidos. Esta combinación de encanto de la naturaleza y la percepción de la historia en cada detalle del Casco Histórico, es lo que logra que uno se maraville, atrapado entre los sonidos de las aves y la calma de un lugar mágico.

Recorriendo el predio enclavado en las Sierras Chicas, a 60 km de Córdoba Capital, caminando junto al lago o bajo los senderos ocultos por la frondosa arboleda, es como uno puede imaginarse a Julio Argentino Roca caminando junto a su esposa Clara Funes, en algún atardecer de fines del 1800. Y no se puede más que sentir la plenitud de caminar por donde pasaron grandes protagonistas de la historia argentina.

Es por ella que el Casco lleva el nombre de Villa Clara. Claro que la construcción conserva la habitación donde antiguamente descansaba el General (tal y como la dispuso originalmente) y un restaurante que hoy presta sus servicios a los huéspedes.

Más allá de lo cautivante que resulta la construcción principal, muchos de los secretos más atractivos están en las edificaciones aledañas. El lugar donde se encontraba la cocina de la Estancia es ahora la recepción del hotel; y las habitaciones donde las empleadas de la hacienda lavaban la ropa blanca, está hoy convertida en una casa para huéspedes que deseen un espacio más amplio e independiente.

Recorriendo la orilla del lago artificial, dispuesto por el arquitecto Charles Thays, un gran portal domina la escena que da paso a la piscina de los hombres. Al cruzar el umbral, dos habitaciones que funcionaron como vestuario, se ubican a cada lado de una corta galería. Unos pasos más llevan a la piscina, rodeada de ligustrina y pinos a cielo abierto. 

Allí los hombres calmaban el rigor del verano con trajes que cubrían del cuello a las rodillas, y por supuesto, mantenían la distancia de las mujeres que marcaban la moral y las buenas costumbres.
Al regresar por el parque hacia el Casco Histórico, un embarcadero invita a un plácido recorrido en bote por las tres islas del lago; y unos escalones más adelante llevarán a la pileta de las Mujeres, completamente cerrada, con ventanas con postigones, donde sólo ellas podían ver sus trajes de seis piezas; y comentar en voz baja las críticas agudas por los colores o lo atrevido del diseño.

Claro que uno de los aspectos más encantadores son los rosales. Bajar por las escalinatas del frente del Casco es estar rodeado de color y naturaleza, en el verde amplio del campo de golf que hoy le agrega una actividad extra al simple paseo. Y el vivero, donde antiguamente los empleados cosechaban frutas y verduras para la elaboración de las comidas, y hoy se utilizan para sembrar las plantas que servirán para reponer la cuidada decoración de la Estancia.

Llega el momento de partir. Y uno puede imaginarse que un guardia armado esté custodiando la puerta. Es parte de la magia en esta combinación de encanto de la naturaleza y la percepción de la historia en cada detalle de Pueblo Estancia La Paz.

Actividades y servicios
Tenis, polo, golf, cabalgatas, trekking, travesías y excursiones, son algunas de las múltiples opciones para los huéspedes de este señorial hotel de estilo neoclásico italiano, en el que se entrelazan 20 habitaciones dobles con baño privado, que respetan estrictamente la estructura original, pero sin renunciar al confort que buscan los turistas.

El Restaurante 1830  ofrece platos exquisitos de cocina  criolla e internacional. También  posee salón de juegos, biblioteca, salón de usos múltiples; y en el área de relax,  se pueden disfrutar los imperdibles  tratamientos de estética realizados por verdaderos profesionales.

Dirección
Ruta E. 66 Km. 14 (5117) – Ascochinga, Córdoba, Argentina

CONTACTO
Tel. (+54) 3525 492600 / (+54) 3512727867
e-mail: hotel@puebloestancialapaz.com
www.puebloestancialapaz.com


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